El lago de Banyoles es el lago más grande de Catalunya. El lago y su cuenca lacustre son considerados el conjunto cárstico más extenso de España, constituyendo un sistema medioambiental de notable valor.
Se formó en la época cuaternaria, hace unos 250.000 años. Los movimientos tectónicos producidos por la formación de los Pirineos abrieron la falla de l'Empurdà. La erosión y otros fenómenos geológicos crearon la zona lacustre.
Al igual que en otros lagos, en Banyoles también hay un monstruo. Existe una leyenda popular según la cual fueron primero las tropas de Carlomagno quienes, aprovechando su estancia en la ciudad de Girona, se acercaron a Banyoles para intentar reducir y matar al dragón. Y que fue el Emperador, embargado de ardor guerrero, quien tuvo que pedir ayuda a San Emeterio, un monje francés que llegó a tierras gerundenses con él para combatir a los moros. Cuando la bestia salió de su refugio se quedó mirando a aquel hombrecillo que no paraba de rezar y, como si de un cachorrillo se tratara, le siguió hasta la plaza. Después de este suceso, el santo milagrero fundó el monasterio de Sant Esteve de Banyoles, antes de irse a vivir a una cueva en medio de un espeso bosque donde no era posible adivinar si era de día o de noche. El monstruo regresó al lago, donde dicen que aún vive hoy, pero al que nadie ha vuelto a ver.