Cuando estuve en Guatemala tuve la oportunidad de visitar varias escuelas, todas en comunidades rurales. Algunas impactan más que otras, pero todas contribuyen a que cuando vuelvas de este tipo de viajes veas el mundo con otros ojos, por decirlo de alguna manera. Luego vuelves a la rutina de siempre en tu mundo y el impacto que te ha producido ese viaje y ver según qué cosas se va diluyendo con el tiempo. Pero las fotos están ahí, de recordatorio.
De esto hace algunos años, por lo que no están hechas con la cámara actual. Estos niños ahora deben rondar los 11 o 12 años y ya no se deben acordar de mí ni de mi cámara, o tal vez sí...
2 comentarios:
por la mirada de nuestros chiquitos, te diría que una visita no la olvidan, ojala que estos niños que deben tener 11-12 años, no hayan desertado de la escuela, lo que lamentablemente ocurre, muchas veces. Un fuerte abrazo desde Guate!
¡Qué diferencia de medios aunque no de ilusión por el aprendizaje! Como dice María Asturias, ojlá no hayan dejado ir a la escuela aunque si lo hicieron, seguro que no fue por su gusto.
Salu2
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